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Nuestra história
Empezamos con mi abuelo Josep. De niña, removiendo en la buhardilla de casa la abuela encontré un manuscrito con dibujos de cuando el abuelo estudiaba para sastre, y entre las hojas unos recortes muy viejos y destartalados que me parecieron mágicos, eran recetas de dulces. Con la ayuda de mi madre Conxita, empezamos a elaborar aquellas recetas, bizcocho, carquinyolis, ensaimadas y pets de monja entre otros. De aquellas tardes nació mi pasión por la cocina.
En casa de mis suegros en Maçanet de la Selva tenían un pequeño huerto donde cultivaban un montón de frutas y hortalizas y Victoria las transformaba en unas conservas excepcionales, con ella aprendí a cocinar las primeras mermeladas.
Hasta que un día decidí hacer de mi pasión mi pequeño negocio.
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